La Sociedad Inversa
La inversión social está
fundamentada en el principio de incompetencia, que, con otros elementos,
conformarán la Sociedad Inversa, que estamos desarrollando y desarrollaremos
formalmente cuando hayamos acotado convenientemente todas las otras
resistencias del sistema y hecho sus rectificaciones, cuáles se abordan
mediante la inversión (como la eficacia que acabamos de tratar, y la
enajenación) y cuáles, además de la aportación estructural de los principios de verdad (o control de la
polarización política), precisan de un tratamiento adicional u otros tipos de
correcciones, que serán los que darán forma finalmente a nuestro modelo social.
De acuerdo con lo anterior, lo que sigue es en primer orden un desarrollo del
sistema desde la perspectiva de los principios y la efectividad en el contexto
de la bipolaridad y el efecto transistor,
pero más allá de esto es una puesta en firme de los fundamentos (políticos,
judiciales, educativos) de la sociedad para crear este sistema. Al este
respecto hay que entender que la ejemplificación usada sirve para dar cuerpo a
la estructura y caracterizarla suficientemente para nuestros fines, y desde
nuestros presupuestos, pero que en modo alguno pretende ser detallada o
completa del área pertinente a sabiendas de que de cada área, tal como se
indicó al inicio, existen estudios, y estudiosos que pueden hacer más estudios
y análisis, y que sin duda lo hacen; lo que, por otra parte, pone de relieve
que no precisamos ese detalle y que el problema no es de falta de analistas ni
análisis sino de entendimiento transversal, de voluntad, y de la posibilidad de
encajar cualquier sistemática, de forma efectiva (como dijimos, que no se
diluya o pierda), en otra más general. La cuestión no es realizar estudios
particulares sino alcanzar un conocimiento lo más completo posible del sistema
que nos permita ejecutar ajustes pequeños pero firmes con una determinada
jerarquía, de la que se beneficiaría en progresión geométrica los diferentes
planos del sistema, porque del mismo modo que, en un ordenador, un software no
puede funcionar sin un buen sistema operativo, y un dispositivo sin un
software, o, cada uno de los niveles de lenguaje de un protocolo sin el
entendimiento de los respectivos niveles inferiores, el sistema social presenta
una inevitable y característica jerarquía que involucra a unos órdenes con
otros predominantemente en un sentido, y los hace inútiles si la acción es
pobre o inversa, tal como hemos visto, desarrollado y caracterizado, en la
efectividad. En consecuencia presentamos una jerarquía u orden lógico, que, no
obstante, debido a la dificultad de los cambios sencillos e impactantes de los
estadios inferiores, difícilmente será el de aplicación, por lo que la misma se
hará como en general se hace todo en las sociedades, esto es, mediante
relaciones recíprocas entre los diferentes estadios, sólo que aquí a través del
esquema, agotando las posibilidades de cada nivel, y no por un simple mecanismo
de reacción.
1. El principio de verdad y la
bipolaridad política
La polaridad política es tomar una determinada posición diferenciada de
las existentes, que pretende alcanzar para sí un dominio similar a otro polo
dominante (en cuanto que éste puede tratar de evitarlo), para lo que se nutre
de determinada carga ideológica y fuerza social, es decir, se crea en torno a
ciertos principios, anhelos de prosperidad o señas de identidad. En ocasiones,.... [SIGUE]Nota: Como se puede ver, además de la introducción al bloque general, tenemos un párrafo que muy bien podríamos haber titulado "El principio de verdad y el derecho de autodeterminación (1/3, en este caso)". Esto es un análisis general de ese derecho y sentimiento al margen de la coyuntura catalana actual, aunque no del escenario planteado a lo largo de los últimos años. Comentarios particulares podrían venir después.