La pregunta puede ser ahora, no tanto hacia dónde va el
proceso de regresión social como por qué, esto es, no tanto responder por la
tendencia socioeconómica sino por las sociológicas que subyacen o, dicho de
otro modo, por la aceptación del rol asignado y la posibilidad de auto
asignarse otro que entre en confrontación con el primero y lo rompa.
Esto tiene que ver
mucho con el establecimiento de una determinada cultura y su asimilación, y con
la necesidad de luchar contra algunos aspectos de esas transformaciones
culturales para estar en condiciones de combatir los efectos económicos de los
que venimos hablando. Ejemplos son la incorporación de la mujer al mundo
laboral, pero han habido anteriormente otros, y se están implantando otros
nuevos que dificultan, salvo por ciertas pinceladas de color (que las que
encarnan el movimiento social actual) la posibilidad de toda reivindicación a
cargo de una típica clase media.
Ya vimos que esa clase media se diluye por criterios
técnicos, pero también los hace por otros culturales, en particular por otros
que tienen que ver con la desintegración de la familia tradicional y su
sustitución por otras fórmulas que favorecen unas determinadas relaciones de
producción propicias para el capital (Aquí sólo plantearemos el problema, que
trataremos profundamente cuando abordemos los Principios de verdad).
Esas relaciones de producción pueden llegar a contener la
idea o la oportunidad de relación tal cual, y constituirse en esencial y
prioritaria.SIGUE