Dada la imposibilidad de participar físicamente en la “II Asamblea Estatal Ciudadana Constituyente” prevista para el día 13 de Octubre, quiero expresar mi parecer sobre dos cuestiones esenciales, que ya se viene expresando en lasociedainversa.com, y trasladarlas por boca de la mesa a
En primer lugar creo
imprescindible priorizar las acciones y los esfuerzos en lo que parece crucial
para el momento social. Entiendo que esa prioridad no está ahora en lo que da
sentido a esta reunión sino en el estado de precaridad actual y el que se
avecina. En consecuencia, la prioridad está en articular algún tipo de acción
única y conjunta. La forma de esta acción está descrita en la propia página
citada y parte de una premisa o de una realidad: el problema esencial es la
Deuda y en segundo término la dejación del poder político europeo, plasmado en
la no aplicación de las medidas que han demostrado ya ser efectivas para
sujeción o control de la especulación.
Dicho más claramente, el problema
es la Deuda y a quien tenemos que dirigirnos es al poder político europeo dado
que el otro se muestra como mero títere; y como tal lo tratamos y lo obviamos.
Esto nos da que el Parlamento que
tenemos que rodear, real o virtualmente, es el europeo, debiendo ser ésta la
consigna, que muy bien podría instrumentalizarse desde aquí. ESA ES MI
PROPUESTA A LA ASAMBLEA.
La propuesta, como se puede
observar es menos agresiva a la puesta en marcha como “No debemos, no pagamos”
y contrariamente a ésta no quiere romper las reglas de juego, sólo dominarlas: no
se anula la función política, se obliga a ejercerla.
Hago hincapié aquí en la
necesidad de no contaminar esta acción con otras que aunque legítimas deben
quedar a un lado para que quede claro de una vez por todas qué es lo que no
permitimos como sociedad, dado que eso que no permitimos debe ser, en primera
instancia, una sola cosa.
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La segunda cuestión radica en algo
que ya expresé en el encuentro de Cádiz, que se puso de relieve allí, y sobre
lo que quiero ahondar por entenderlo esencial para el buen funcionamiento de
las asambleas. Allí se puso de manifiesto que había un colectivo que venía con
los papeles bien escritos y otro formado por personas que si bien pudieron
expresar sus opiniones en tres minutos, dichas opiniones finalmente no tuvieron
más objeto puesto que no hubo un debate mínimo de las cuestiones expuestas por
el orador, algunas previas o esenciales a la razón de ser y el fundamento de la
asamblea, esto es, al establecimiento de los principios de los que parte.
A mi modo de ver esos principios
fueron establecidos por parte de la asamblea y esa parte ignoró a la otra, por
lo que se precisaría reformular todo esto y establecer un libre acceso a la
organización y a los medios, entre los que cito la propia Web Constituyente que
de este modo se presenta como un coto reservado.
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